domingo, 2 de enero de 2011

REFLEXION DE NAVIDAD


Barranco, 23 de Diciembre de 2010.

¡HOLA A TODOS!

Estuve a mediados de Diciembre por el centro de Lima y me sentí muy impresionado por la cantidad de personas que invadían las calles, galerías y centros comerciales de todo tamaño, para hacer sus "Compras Navideñas".

Era una muchedumbre de personas de toda condición social, que entraban y salían, casi atropellándose mutuamente para conseguir la mejor oferta comercial y tratar así de cumplir, lo más rápido posible, con la “obligación” de "Regalar alguna cosa" en Navidad.

Si esto sucedía el 12 de Diciembre, me pregunto ¿Cómo sería la situación en vísperas de Navidad? Pues me imagino que sería un caos total; pero, por supuesto, los comerciantes harían muy buen negocio gracias al "Nacimiento del Niño Jesús".

Si reflexionamos un poco, nos daremos cuenta que no tiene ningún sentido esas preocupaciones “puramente materialistas” en la que hace mucho tiempo ha caído esta preciosa fiesta religiosa que, en mi humilde concepto, es el día más importante del año, pues en esa fecha recordamos el hecho más trascendente de la historia humana: el día que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.

Pienso que sería tiempo que las personas se den cuenta que estamos andando por un camino equivocado. Se ha desnaturalizado por completo el sentido que podría tener el hecho de “regalar algo” en estas fiestas. Tal vez ese “algo” no deba ser algo necesariamente material.

Es increíble que en un país como el nuestro en el que la mitad de la población es pobre y la tercera parte de la nación esté en “extrema pobreza”, sigamos pensando que Jesús quiere que celebremos “SU NACIMIENTO” gastando el poco dinero que tenemos y, lo peor de todo que, en la mayoría de casos, lo gastamos en cosas totalmente superfluas.

Está muy bien el hecho de “DAR”. Estoy totalmente de acuerdo en que “hay mucho más dicha en dar que en recibir”, pero lo que deberíamos repartir a manos llenas son “BIENES ESPIRITUALES”. Pero ¿Cómo? ¿Dónde compramos esos bienes? Pues aunque ustedes no lo crean, o no le den importancia, esos bienes son “GRATIS”... ¡Sí! ¡No cuestan nada! Y todos podríamos “Regalar por Navidad” a  todas las personas de nuestro entorno muchos “abrazos”, “sonrisas”, “amor”, “amistad sincera”, “apretones de mano con mucho sentimiento de hermandad”.

Yo creo que esos “Regalos” y otros más, sí reflejan el verdadero espíritu de La Navidad. Ustedes no pueden creer qué importantes son estos gestos y, unidos con el poder de la palabra, pues son regalos geniales. Se imaginan que un padre reciba de su hijo un sincero “Te quiero mucho Papá”.  O que un padre se anime a decirle a su hijo (aunque sea por Navidad)  estas bonitas palabras: “Te amo hijo y me siento muy orgulloso de ti”. Pues no me imagino “regalos” mejores que éstos.


¿Se imaginan a todo el mundo en épocas navideñas, diciéndose sinceramente palabras que muchas veces el orgullo hace callar? ¿Pueden imaginar a una madre recibiendo una tarjeta de su hijo diciéndole cuánto la ama y pidiéndole disculpas por los errores cometidos? ¿Creen ustedes que un regalo material puede valer más que este precioso regalo espiritual?

Podría dar muchos ejemplo más de dones espirituales que podemos dar a nuestros semejantes, pero creo que ya dejé clara mi idea. Lo podría resumir diciendo que lo mejor que podríamos hacer en Navidad es procurar que nuestros semejantes sean felices y gastando lo menos posible. ¡Sí se puede! ¡Inténtenlo! ¡Es gratis! Pero estoy seguro que es el mejor regalo que le podríamos hacer a Jesús en su día. Creo que él se pondría muy contento.

¿Estoy navegando contra la corriente?
¡Sí! Ya lo sé. Pero por lo menos
hay que tratar de cambiar las cosas.
Como dijo John Lennon:
“Dirás que soy un soñador,
pero no soy el único...
y tal vez un día te unas a nosotros
y haremos un mundo mejor”.

Que tengan una Navidad con
muchísimos “Regalos Espirituales”,
es el sincero deseo de

LA FAMILIA IRIARTE MANRIQUE:

RAFO, JUANITA, MÓNICA Y KISSY.


¡GLORIFIQUEN AL SEÑOR CON SUS VIDAS!

¡FELIZ NAVIDAD!

RAFAEL IRIARTE TORRES


1 comentario:

  1. Antes, ahora y siempre, lo que dices contiene la verdad y el verdadero sentido de "la navidad" Rafo. ¡Feliz Navidad! para todos, solo le añadiría que si las personas fueran conscientes del cariño hacia los demás "todo el año"... Viviríamos en "un mundo mejor y más justo". Abrazos!!!

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