domingo, 30 de octubre de 2011

LA BIBLIA Y LOS USUREROS


UNAS FRASES INTERESANTES
DE LA BIBLIA


El Domingo pasado escuché en la misa, en la primera lectura, unas frases del Libro del Éxodo (Capítulo 22, 21-26) que me llamaron mucho la atención. En ésta, Dios le habla al pueblo de Israel y les dice estas sencillas palabras que comparto con ustedes:

"No harán daño a la viuda ni al huérfano. Si ustedes lo hacen, ellos clamarán a mí, y yo escucharé su clamor. Se despertará mi enojo y a ustedes los mataré a espada; viudas quedarán sus esposas y huérfanos sus hijos".

"Si prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre, que tú conoces, no serás como el usurero, no le exigirás interés".

"Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al ponerse el sol, pues este manto cubre el cuerpo de tu prójimo y protege su piel; sino, ¿cómo podrá dormir? Si no se lo devuelves, él clamará a mí, y yo lo escucharé porque soy compasivo".

¡Qué bonita lectura en donde se expresa el amor que se le debe tener al prójimo!

A mí me llama mucho la atención el hecho que algunas personas (incluso miembros de la Iglesia Católica) se empeñan en aplicar al pie de la letra (en forma literal) lo que está escrito en la Biblia, y sin embargo con frases tan claras y precisas como la que he citado se hacen los desentendidos.

La lectura citada no necesita ninguna interpretación. Yo me pregunto: Los banqueros que presumen de ser muy cristianos ¿no leen la Biblia?  Los prestamistas y usureros ¿no se dan cuenta que lo que hacen está mal? ¿Por qué la Iglesia no les hace notar a esas personas (banqueros y usureros) en forma clara y precisa que lo que están haciendo va contra la ley de Dios? ¿Por qué ese silencio cómplice?

Y, para terminar: ¿Nos damos cuenta que las mayores deudas que hay en el mundo son las que tenemos los países pobres con los países más poderosos? ¿Entendemos que esas deudas son impagables y que sólo podemos pagar los altísimos intereses y que toda la vida seguiremos endeudados? ¿Esos países poderosos se dan cuenta que Dios está molesto con ellos?

Menos mal que alguna vez el Papa Juan Pablo II le pidió a Estados Unidos y sus aliados que nos perdonen la deuda externa, pues ella era una ofensa contra Dios. ¡Claro que los medios de comunicación casi ni se pronunciaron al respecto! Pero de todas maneras, para las personas que sí estamos al tanto de las cosas, fue un consuelo que la Iglesia Católica se manifieste a favor de la justicia social. ¡Algo es algo!

Esperemos que el Papa Benedicto XVI y todos los sacerdotes sigan el ejemplo de Juan Pablo II y se pronuncien masivamente predicando la lectura a la que hago mención y tal vez la gente tome conciencia de que los préstamos con intereses abusivos y el maltrato a la gente pobre es algo malo y reprobado por Dios.

La esperanza es lo último que se pierde.

RAFAEL IRIARTE TORRES
  

SER FELIZ DEPENDE DE TI


SER FELIZ... DEPENDE DE TI

Esta enseñanza pertenece a un filósofo estoico llamado Epícteto, quien vivió gran parte de su vida como esclavo. Su amo era uno de los hombres más reconocidos e influyente en el Imperio Romano. Todos los que lo conocieron reconocían la sabiduría de este hombre, que a pesar de su mala fortuna, siempre se mostraba con muy buen semblante e irradiaba una felicidad interior muy poco comprendida por la mayoría.


Epícteto aseguraba que hay cosas que dependen de uno, como la veracidad, el honor, la dignidad, el respeto, el amor, la justicia, etc. pues el cultivar estas virtudes sólo es posible por voluntad propia y no por imposiciones.

Sin embargo -decía- hay muchas cosas que no dependen de nosotros, como la fortuna, la fama, el prestigio, el éxito, el poder, que podemos tener en algún momento, pero que, tarde o temprano, se escapan de nuestras manos tan rápido como vinieron. Él decía que cuando el hombre vive este tipo de felicidad y se aferra a ella, pensando que tiene que durarle toda la vida, es grande el dolor que siente cuando la pierde.

La verdadera felicidad -enseñaba- se alcanza por la vivencia y el desarrollo de las virtudes, que sólo dependen de la fuerza de voluntad del hombre. Esta felicidad se mantiene tanto en el éxito como en el fracaso, en la alegría o en la pena. Es decir es una felicidad que no depende del mundo exterior, sino depende de uno mismo y por ello puede ser más profunda y duradera.

En nuestra época muchos piensan que sólo es posible alcanzar la felicidad cuando se tenga UNA GRAN LISTA DE COSAS MATERIALES (que por el mismo hecho de ser materia, se destruye y acaba), y la dicha será total y duradera cuando logremos reconocimiento, poder, amor, prestigio, aunque todo eso... ¡¡¡No depende de nosotros!!!

Si realmente quieres descubrir quién eres y quién puedes llegar a ser, si quieres descubrir una verdadera paz interior y encontrar el sentido de tu vida, lánzate al reto de ser mejor cada día: más ordenado, más cortés, más tolerante, más justo, más bueno... sé cada día menos indiferente ante el dolor ajeno... En resumen trata de ser “MENOS NORMAL”... ¡SÉ DIFERENTE AL RESTO DEL MUNDO!

“El mejoramiento de la sociedad empieza por el mejoramiento de uno mismo” decía un viejo filósofo, es decir, el bienestar particular y colectivo, depende de nosotros. Yo ya empecé a cambiar... ¿Y tú?.... ¿Qué esperas?

RAFAEL IRIARTE TORRES