SER FELIZ... DEPENDE DE TI
Esta enseñanza pertenece a un filósofo estoico llamado Epícteto, quien vivió gran parte de su vida como esclavo. Su amo era uno de los hombres más reconocidos e influyente en el Imperio Romano. Todos los que lo conocieron reconocían la sabiduría de este hombre, que a pesar de su mala fortuna, siempre se mostraba con muy buen semblante e irradiaba una felicidad interior muy poco comprendida por la mayoría.
Epícteto aseguraba que hay cosas que dependen de uno, como la veracidad, el honor, la dignidad, el respeto, el amor, la justicia, etc. pues el cultivar estas virtudes sólo es posible por voluntad propia y no por imposiciones.
Sin embargo -decía- hay muchas cosas que no dependen de nosotros, como la fortuna, la fama, el prestigio, el éxito, el poder, que podemos tener en algún momento, pero que, tarde o temprano, se escapan de nuestras manos tan rápido como vinieron. Él decía que cuando el hombre vive este tipo de felicidad y se aferra a ella, pensando que tiene que durarle toda la vida, es grande el dolor que siente cuando la pierde.
La verdadera felicidad -enseñaba- se alcanza por la vivencia y el desarrollo de las virtudes, que sólo dependen de la fuerza de voluntad del hombre. Esta felicidad se mantiene tanto en el éxito como en el fracaso, en la alegría o en la pena. Es decir es una felicidad que no depende del mundo exterior, sino depende de uno mismo y por ello puede ser más profunda y duradera.
En nuestra época muchos piensan que sólo es posible alcanzar la felicidad cuando se tenga UNA GRAN LISTA DE COSAS MATERIALES (que por el mismo hecho de ser materia, se destruye y acaba), y la dicha será total y duradera cuando logremos reconocimiento, poder, amor, prestigio, aunque todo eso... ¡¡¡No depende de nosotros!!!
Si realmente quieres descubrir quién eres y quién puedes llegar a ser, si quieres descubrir una verdadera paz interior y encontrar el sentido de tu vida, lánzate al reto de ser mejor cada día: más ordenado, más cortés, más tolerante, más justo, más bueno... sé cada día menos indiferente ante el dolor ajeno... En resumen trata de ser “MENOS NORMAL”... ¡SÉ DIFERENTE AL RESTO DEL MUNDO!
“El mejoramiento de la sociedad empieza por el mejoramiento de uno mismo” decía un viejo filósofo, es decir, el bienestar particular y colectivo, depende de nosotros. Yo ya empecé a cambiar... ¿Y tú?.... ¿Qué esperas?
RAFAEL IRIARTE TORRES
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