jueves, 23 de julio de 2009

FRAY MELCHOR DE TALAMANTES Y BAEZA

FRAY MELCHOR
DE TALAMANTES Y BAEZA
PERUANO PRECURSOR DE
LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

Sacerdote peruano, considerado como uno de los principales precursores del movimiento de independencia mexicano. Melchor de Talamantes nació en Lima, Perú, el 10 de enero de 1765. Obtuvo el grado de doctor en Teología en la Universidad limeña e ingresó a la orden de la Merced. Ocupó el cargo de Definidor General de Perú. Fue en esta ciudad un excelente orador y muy conocido por sus discursos llenos de las ideas de la ilustración.

Motivos de carácter personal lo obligaron a salir con destino a España, pero a su paso por México decidió quedarse allí, en donde situó su nueva residencia. El 27 de enero 1807, el Virrey José de Iturrigaray le encomendó la misión de recopilar la documentación existente sobre las provincias internas. También se le encargó establecer los límites de las posesiones españolas con las antiguas clonias francesas del Nuevo México, Texas y Florida; aunque este trabajó lo concluyó el padre José Pichardo.

Después de la invasión de España por Napoleón Bonaparte, el 19 de junio de 1808, el Padre Talamantes junto con el regidor Juan Francisco Azcárate y el abogado Francisco Primo de Verdad y Ramos, presentaron al Virrey Iturrigaray un proyecto del Ayuntamiento (Municipalidad), que proponía la formación de una Junta Nacional Independiente de la corona española. El gobierno provisional estaría dirigido por el mismo Virrey, quien obviamente recibió la propuesta con bastante beneplácito.

Fray Melchor de Talamantes formuló planes para la reestructura política. Estableció el procedimiento para convocar a un Congreso y con el seudónimo de "Irsa" elaboró un proyecto de Congreso Nacional de México. En uno de los escritos el mismo Padre Talamantes plantea que Iturrigaray podría ser el primer rey de México independiente.

La reacción de los españoles residentes en México no se hizo esperar: la noche del 15 de septiembre de 1808, el palacio virreinal fue asaltado por un grupo dirigido por Gabriel de Yermo y el Virrey fue aprehendido; al siguiente día fue arrestado el Padre Talamantes y conducido al convento de San Fernando, donde sólo pasó la noche porque un día después fue trasladado a las cárceles de la Inquisición.

Fray Melchor de Talamantes permaneció lleno de cadenas y grilletes en las cárceles secretas hasta el 6 de abril de 1809. Sus jueces fueron el oidor González Carvajal, por lo civil, y el vicario Fonte por lo eclesiástico. Dictada la sentencia fue expulsado a España, bajo partida de registro. Antes de su futura partida, estuvo detenido y sujeto con grillos en la fortaleza de San Juan de Ulúa, en Varacruz. Esperando su embarque, enfermó de vómito negro y murió en el 9 de mayo de 1809.

Este año se han cumplido 200 años de su martirio en pro de la independencia de México y tal vez de América. Fray Melchor de Talamantes se adelantó 2 años a Miguel Hidalgo y Costilla (el Cura Hidalgo) quien dio el "Grito de Dololes" el 16 de setiembre de 1810, inspirado, tal vez, en los principios pronunciados por este valiente sacerdote peruano.

Aunque hay que reconocer que Fray Melchor de Talamantes y Baeza es muy conocido y respetado en México, es muy triste reconocer que en el Perú, la tierra en donde nació y se formó intelectualmente, es prácticamente desconocido o ignorado. Ojalá sirva este pequeño artículo para recuperar a esta figura histórica tan ingratamente olvidada por sus propios compatriotas.

Fue un hombre ilustrado, inquieto e inconforme, de ideas revolucionarias. En el registro realizado en su casa se encontraron varios manuscritos: un discurso político-moral leído en la Real Capilla de Palacio en 1800; Una oración fúnebre a los militares españoles muertos en guerra, pronunciado en 1803, y los Apuntes para el Plan de Independencia. Elaboró el Discurso de alabanza de la Gloriosa Virgen y Doctora Santa Teresa de Jesús, leído el 15 de octubre de 1802 en la iglesia del convento grande de los padres carmelitas descalzos, e impreso en la Imprenta de la Calle de Santo Domingo, en 1803.


RAFAEL IRIARTE TORRES

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